lunes, 12 de enero de 2009

La novela latina

Concepto y características principales:
A principios del siglo V d.C. un escritor latino, llamado Macrobio, define la novela como narraciones ficticias de tema amoroso cuya finalidad es la pura diversión. Se mezclan historia y ficción, prosa y poesía, amores y aventuras. Quizá el elemento común por excelencia sea la presencia del tema amoroso como núcleo de la trama; es rasgo también general el continuo viajar de los protagonistas, que posibilita la complicación de la trama inicial con múltiples aventuras.
El primer elemento característico de la novela latina es su tono satírico. Las novelas romanas incluyen parodias de todo tipo sobre cuestiones religiosas, literarias y sociales. A través de las aventuras de los protagonistas se traza un cuadro caricaturesco de una sociedad decadente, pero su intención no es moralizante: el protagonista de la novela latina no intenta cambiar el mundo que le es hostil, sólo intenta sobrevivir en él.

Apuleyo:
Sabemos que, al igual que la mayor parte de los escritores del siglo II de nuestra era, nació en África, concretamente en Madaura, ciudad situada en Numidia. Desconocemos la fecha exacta de su nacimiento, aunque se fija en torno al 125 d. C.
Apuleyo recibió una educación esmerada, como correspondía a la situación social y económica de su familia. En Atenas Apuleyo se interesa fundamentalmente por la filosofía, que pasa a ser su principal preocupación; conoce el aristotelismo y el platonismo, del que se declara seguidor. A su amor por la filosofía añade también su afición por las religiones orientales y por los cultos mistéricos tan en boga en ese momento en todo el mundo romano. Es importante esta faceta de la formación de Apuleyo para comprender en profundidad algunos aspectos de su novela, El Asno de Oro.
Durante un cierto tiempo residió también en Roma, donde estudió retórica y ejerció como abogado. Completada su formación Apuleyo se establece en Cartago, desde donde difunde tanto en latín como en griego (in utraque lingua) sus conocimientos filosóficos, religiosos y retóricos. En el último período de su vida, establecido en Cartago, gozó del reconocimiento de sus conciudadanos; tuvo un puesto destacado en la sociedad, llegando a ser sacerdote del culto imperial. Las últimas noticias sobre nuestro autor se sitúan en el año 174; a partir de este momento se pierde totalmente su rastro. Se piensa que debió morir en África en torno al 180 d. de C.

El Asno de Oro-Características y argumento:
La fama de Apuleyo va unida a su novela El Asno de oro. El autor construye en once libros, probablemente en el momento de su madurez creadora, una novela de aventuras con un fondo místico-religioso. El episodio central de la obra es la transformación por arte de magia en asno de Lucio, un joven de Corinto, y las peripecias que sufre hasta recuperar su forma humana gracias a la intervención milagrosa de Isis. Los estudiosos de la novela latina han centrado sus discusiones en torno a varias cuestiones fundamentales: el título de la obra, las fuentes utilizadas por su autor y, por último, el género al que la obra se adscribe. El título que originariamente llevó el libro y que nos transmite la tradición manuscrita es el de Metamorfosis, con el que se alude tanto a la transformación del protagonista en asno, núcleo central de la obra, como a otros cambios y hechizos de los que el libro está lleno. Ya desde la Antigüedad se popularizó un segundo título, que hizo mayor fortuna: El Asno de oro. Fuera de toda duda está que Apuleyo sigue alguna narración griega y así lo declara él mismo en el prólogo de la obra: "Fabulam graecanicam incipimus" (Iniciamos una fábula de origen griego). Si comparamos la novela de Apuleyo con la ya comentada de Petronio, dos rasgos las diferencian fundamentalmente: en un plano formal hay que señalar como elemento diferenciador la ausencia de versificación en el Asno de Oro; por otra parte, desde el punto de vista de la intencionalidad se debe insistir en el tono místico-religioso de la obra de Apuleyo, totalmente alejado de las pretensiones de Petronio. La novela adopta la forma de un relato narrado en primera persona por un joven de buena familia, llamado Lucio. La obra consta de once libros en los que se narran múltiples y fantásticas aventuras, cuyo nexo es la persona de Lucio, transformado en asno.

Petronio:
En algunos manuscritos figura el nombre del autor como Petronius Arbiter. Este personaje de la corte neroniana es descrito de forma inusualmente minuciosa como un aristócrata de gustos refinados, con una capacidad inagotable para procurarse nuevos e inusitados placeres pero también con una considerable capacidad e inteligencia cuando desempeñaba cargo de responsabilidad. Este noble perteneció al grupo de íntimos de Nerón (37-68 d.C, gobernando a partir del 54), fue su favorito y, en palabras de Tácito, era considerado por el propio emperador su "arbiter elegantiae"; la coincidencia de este apelativo atribuido al Petronio de la corte neroniana con el "cognomen", ciertamente raro, del autor del Satiricón ha propiciado que ambos se identifiquen. Tácito nos informa también sobre la fecha y la circunstancias de la muerte de Petronio. A causa de la envidia y la intriga de otros personajes de la corte, fue acusado de tener amistad con uno de los participantes en la conjura de Pisón. Sin esperar a ser condenado se dio muerte serenamente en el año 66, manteniendo en la muerte la misma postura epicúrea que había mantenido en vida.

El Satiricón-Características y argumento:
El Satiricón es una de las obras antiguas cuya transmisión ha sufrido mayor número de vicisitudes; no sólo nos ha llegado en estado fraccionario sino que ha ido apareciendo en épocas distintas y en diferentes manuscritos. La obra presenta a sus estudiosos gran cantidad de cuestiones entre las que se sitúan la fecha de su composición y la identificación de su autor. Se han propuesto diversas fechas que van desde la segunda mitad del siglo I de nuestra era hasta el siglo III. En la actualidad la mayor parte de los estudiosos de esta obra, apoyándose en la situación económica y social que se refleja en la misma y, muy especialmente, en sus referencias literarias y culturales, se inclinan a favor de la composición en los últimos años del reinado de Nerón. El Satiricón nos ha llegado extraordinariamente fragmentada; parece que debía tener al menos dieciséis libros, porque se nos han transmitido parte del XIV, XV y del XVI. Los fragmentos que tenemos sólo abarcan algunos pequeños episodios, si exceptuamos un episodio que nos ha llegado completo y que se conoce como La cena de Trimalción. La obra es extraordinariamente compleja, no sólo por su trama sino también por la gran cantidad de géneros que, como tendremos ocasión de ver más adelante, confluyen en ella.
El relato principal está en primera persona y se centra en las vergonzosas aventuras del propio narrador, Encolpio, y de su amante Gitón, joven hermoso y carente de escrúpulos.
En la primera parte de sus aventuras están acompañados por Ascilto. Los tres personajes carecen completamente de moral, pero demuestran gran inteligencia en sus aventuras por las ciudades helenizadas de Italia del Sur. En la segunda serie de aventuras acompaña a Encolpio y a Gitón un nuevo personaje: Eumolpo; se trata de un viejo poeta sentimental y sin escrúpulos. En el relato principal se insertan numerosos episodios menores con entidad y valor literario propio, novelas dentro de la novela. El conjunto forma una serie de aventuras extravagantes, eróticas la mayor parte de las veces, en las que se reúnen personajes de todo tipo: ladrones, fanfarrones, pervertidos, retores, doncellas y matronas dominadas por la lujuria, etc… Es, quizás (entre otras cosas), la primera novela de pícaros, que, moviéndose en un mundo en descomposición, intentan sobrevivir en él. El episodio más extenso y de mayor entidad de los conservados es el llamado La cena de Trimalción. Este episodio ha aparecido aparte y en un manuscrito distinto al resto de los fragmentos. Narra un banquete ofrecido por Trimalción, liberto recientemente enriquecido, y al que son admitidos el joven Encolpio y sus acompañantes. El anfitrión y su esposa Fortunata hacen ostentación de su riqueza tanto en la decoración de la casa como en la profusión de suntuosos platos para sus invitados. El tema le sirve a Petronio para trazar una viva caricatura de la vulgaridad de esta clase de nuevos ricos que proliferaban en la época imperial. Durante la comida se suceden incidentes grotescos y conversaciones ridículas. Mención aparte merece dentro del estudio de la estructura de la obra las narraciones cortas, que se pueden considerar, como ya hemos dicho anteriormente, verdaderas novelas dentro de la novela. De entre ellas se pueden destacar la del hombre-lobo y la de las brujas maléficas, incluidas ambas en La cena de Trimalción, así como la de la Matrona de Éfeso y el Muchacho de Pérgamo, puestas ambas en boca del poeta Eumolpo. Por último encontramos en El Satiricón, además de gran número de pequeñas poesías, dos poemas extensos, que merecen ser tenidos en cuenta en un comentario de la estructura de la obra petroniana. El primero de ellos canta la destrucción de Troya, y se encuentran en él no sólo ecos del libro II de la Eneida sino también de otras versiones griegas. El segundo, bastante más interesante desde el punto de vista de la teoría literaria, es un largo poema sobre la guerra civil; algunos quieren ver en él una crítica o parodia de La Farsalia de Lucano. Este tipo de poemas apoya la tesis de los que piensan que Petronio escribía para un público entendido, capaz de reconocer y valorar las alusiones a autores y obras dispersas por la novela.

Influencias en la literatura posterior:
Es difícil hallar pruebas de la influencia de Petronio en la literatura posterior. A partir del siglo XVI, más bien hacia final del mismo, parece que empiezan a circular por Europa sucesivas ediciones de los fragmentos, hasta entonces descubiertos, del Satiricón. Según el erudito del siglo XIX Menéndez y Pelayo, la influencia de Petronio en la literatura española es prácticamente nula. El primer escritor español que cita expresamente a Petronio es Quevedo, que alaba el estilo del escritor latino y lo considera entre los más grandes escritores de la antigüedad.

La influencia de la novela de Apuleyo a partir del Renacimiento ha sido muy importante. En el Renacimiento italiano hemos de destacar su influjo sobre Boccaccio, que manifestó su interés por la novela de Apuleyo transcribiendo él mismo el manuscrito de Monte Casino. Se ha de destacar también la importancia del Asno de Oro en el desarrollo de la novela picaresca española: su influjo se observa en el Lazarillo de Tormes y en el Guzmán de Mateo Alemán. Conviene también citar la influencia que en la literatura occidental ha tenido la fábula de Cpupido y Psique; podemos encontrar su influencia en Boccaccio, Calderón y La Fontaine. La literatura moderna alemana prestó especial atención al mito de Cupido y Psique y a sus representaciones plásticas.